¿Bajada de impuestos o fuga de futbolistas profesionales?

¿Cómo influye la fiscalidad de un país a la hora de fichar jugadores en las grandes ligas de fútbol europeas?...

Hace ya algunos años, allá por 2005, el Real Madrid era un equipo plagado de grandes estrellas al que llegó unas más, David Beckham, beneficiándose de la Ley 35/2006 que se aprobó en España, y que fue bautizada como la Ley Beckham. De esta forma fue posible atraer a grandes profesionales que no hubiesen residido en el país durante los últimos 10 años, consiguiendo reducciones fiscales del IRPF, tributando únicamente por las rentas obtenidas en nuestro país y a un tipo impositivo del 24% previsto para no residentes, frente al 45% que corresponde al máximo general.

Esta Ley fue modificada en 2012 debido a la crisis económica que se vivía en aquellos años, pensando en que las personas que cobraban más no debían de tributar menos que personas con ingresos inferiores. Se buscaba conseguir que los jugadores con grandes contratos aportasen más euros a la hacienda española, pero el resultado fue el contrario, ya que grandes jugadores que se encontraban en nuestro país se fueron y muchos otros ni siquiera vinieron. Se produjo una “fuga de talento”.

Sin embargo, la principal diferencia entre los jugadores de las grandes ligas europeas no se encuentra en la tributación de IRPF, sino en los ingresos que se obtienen por derechos de imagen o los generados fuera del país.

En España se encuentra en vigor la Ley 13/1996, que permite que los futbolistas cobren hasta un 15% de sus derechos de imagen a través de una sociedad. Generalmente estas sociedades suelen tener como única actividad la gestión de estos derechos y, además, suelen ser propiedad de los mismos futbolistas. De esta forma los beneficios obtenidos se tributarían según el Impuesto de Sociedades a un 25%. Pero en la práctica esta fórmula tiene poco uso, ya que una de las condiciones que se exigen es que debe tributarse a condiciones o precios de mercado, y es ahí donde Hacienda ha encontrado un punto de divergencia. Otras de las condiciones que se deben cumplir en aplicación de la citada ley es que Hacienda entiende que estas sociedades de gestión de derechos de imagen deben tributar en España, con independencia del lugar en el que tengan su sede social, que suelen ser lugares tan exóticos como la Isla de Man, Islas Caimán o Bahamas. Con estas localizaciones tan diversas, Hacienda deduce que el objetivo es pagar menos impuestos y, por lo tanto, esconder un fraude.

En otros países como Reino Unido o Italia utilizan fórmulas opuestas a las usadas en España y parece que no les va de todo mal. La Premier League es una de las ligas más potentes y que más atrae a los aficionados extranjeros, y en parte, su éxito se debe a jugadores y entrenadores que forman parte de ella. En este caso los jugadores recién llegados sólo tienen que tributar a partir del mes en el que llegan al país y, además, los no residentes no tienen que tributar por ingresos generados fuera del país siempre que no trasladen ese dinero hasta allí, y por lo tanto los derechos de imagen no tienen por qué ser gravados en el Reino Unido, cosa que en España sí que ocurriría.

Por otra parte, en Italia, con una liga venida a menos en la última década, decidieron aprobar en el año 2017 una ley para atraer a grandes patrimonios, copiando así nuestra “Ley Beckham”. Con esta ley se pueden aplicar unos regímenes que permiten a los jugadores pagar una tarifa fija de 100.000 € por sus ingresos en el extranjero, con independencia de la cantidad que perciba. Y parece que les está dando resultado ya que grandes jugadores han decidido irse a jugar a la Serie A. Un modelo parecido al italiano se aplica también en Portugal, con un régimen interesante para las rentas altas.

La duda que surge entonces con estos ejemplos de diferentes ligas de fútbol europeas es:

¿Gravar más las rentas altas de los futbolistas favorece o no la generación de ingresos para el país?

La respuesta es que si dejas escapar a estrellas con grandes rentas, el dinero que va a percibir el fisco por ellas va a ser cero. Sin embargo, si atraes a esas mismas estrellas con la aplicación de regímenes fiscales ventajosos comenzará a crearse un movimiento económico en el que patrocinadores, publicidad, medios audiovisuales se interesarán por nuestra liga, se generará más trabajo y, como consecuencia, más ingresos. Además, claro está, de volver a convertir a La Liga en la mejor del mundo.