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Malos días para el periodismo

La libertad de prensa en la cuerda floja

Jorm S / Shutterstock.com

Esta semana nos despertábamos en España con una nueva polémica surgida a partir del vídeo de Podemos para la campaña de las elecciones en la Comunidad de Madrid. En él ponen en el centro de la diana a varios periodistas afirmando que “ellos ya han hablado demasiado, ahora que hable la mayoría”. Comentario que no es algo nuevo en boca de algún integrante de este partido político, ya que es común escuchar otras frases como "En España, además, no se aplican los principios liberales, no hay libre competencia y es básicamente un oligopolio en el que hay dos grandes grupos mediáticos".

Con estas afirmaciones es comprensible que algunos de los periodistas colocados en el ojo del huracán hayan reaccionado en contra de Pablo Iglesias, líder de la formación. Además, hay que tener en cuenta que Podemos es un partido de Gobierno cuyo líder era hasta hace unos días vicepresidente del Gobierno, y que durante ese tiempo no tuvo ningún inconveniente en ocultar su persecución a la prensa y su intención de controlar los medios de comunicación.

Y es que este tema de la libertad de prensa no es reciente. En España durante los últimos años existe una preocupación acerca de libertad de prensa y del libre ejercicio del periodismo. Así lo expresaban hace ya algo más de dos años desde la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), quienes denunciaban vetos a medios y periodistas afectando directamente a los derechos constitucionales de periodistas y ciudadanos. Desde la FAPE opinaban en su momento que “se trata de impedir que los periodistas cumplan su misión de ejercer un control independiente del poder y proporcionar a los ciudadanos la información veraz y contrastada que necesitan para tomar sus decisiones libremente”.

Este problema que parece que pudiese quedarse únicamente en un tema interno del país, empieza a preocupar también fuera de nuestras fronteras. Hace casi un año, desde Bruselas comenzaban a ver la libertad de información en España como una “situación preocupante”, y de este modo lo expresó un informe de Instituto Universitario Europeo, avalado en su día por la Comisión Europea. En dicho informe se recogió una declaración de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información y otras organizaciones ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2019 en el que afirmaban que “algunas normas relacionadas con la libertad de expresión en España contribuyen a crear un panorama vergonzoso y sombrío”. Además el informe incidía en la necesidad de modificaciones urgentes de varias de estas normativas para intentar darle la vuelta a la situación.

Pero tras dos años desde estas opiniones e informes, parece que no se ha avanzado mucho en tratar de solucionar el “problema” que algunos encuentran en los medios de comunicación. De hecho, la situación de la prensa en España ha traspasado el charco y recientemente el Departamento de Estados Unidos, en su informe anual de derechos humanos, recogió las quejas de varias organizaciones que defienden la libertad de prensa en nuestro país, asegurando que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha impuesto ciertas restricciones. En el informe elaborado por el Departamento de Estado indican que durante el pasado año “hubo múltiples informes de ataques verbales de funcionarios del Gobierno, que verbalmente atacaron a algunos medios de comunicación y periodistas”. Del mismo modo citan la acusación del Presidente del Gobierno a medios “conservadores” de “agitar a la sociedad” o la del que fuera Vicepresidente, Pablo Iglesias, quien afirmaba que ciertos medios, críticos con el Gobierno, habían “ofendido la dignidad del periodismo”.

En definitiva, la libertad de prensa es una de las mayores manifestaciones de la libertad de expresión y de conciencia, bajo la cual las personas pueden expresar libremente y sin coacciones o represalias sus opiniones y pueden informar a la población, un derecho que tiene todo individuo, y sobre todo en un país democrático. De ahí que la situación en España continúe siendo preocupante tras el “ataque” a periodistas del video de campaña electoral de Podemos.