Email Facebook Twitter LinkedIn
×ECR Party
The Conservative
ECR Party
TheConservative.onlineTwitterFacebookInstagramYouTubeEmailECR Party’s multilingual hub for Centre-Right ideas and commentary
SpanishSpanishEnglishBulgarianCroatianCzechItalianMacedonianPolishRomanianSwedish
The Conservative
Noticias y Comentarios   |    TV   |    Print   |    Columnistas

Controladores totalitarios

Pasaporte de vacunación, ¿tiene sentido?

gettyimages.es / scaliger

Últimamente el pasaporte de vacunación está en boca de todos, sobre todo en época estival en donde los desplazamientos internacionales aumentan, pero ¿tiene sentido?...

Recientemente el ex empleado de Pzifer, Dr. Michael Yeadon, ha alertado de la dictadura global ante la que parece que nos encontramos y echa la culpa a controladores totalitarios a la vez que afirma que un pasaporte de vacunación es absolutamente innecesario. Según apunta Yeadon, los gobiernos nos estarían mintiendo con el fin de controlar el movimiento de personas a nivel global.

En una entrevista reciente en la web LifeSiteNews, el ex trabajador de la farmacéutica estadounidense explica lo siguiente; si eres una persona vulnerable y has elegido ser vacunada y todo ha ido bien (lo que debería ser la mayoría de los casos), estarías protegido, no necesitas por tanto saber el estado de inmunidad de los que están a tú alrededor por lo que no te beneficiarias de que los que te rodean cuenten con un pasaporte de vacunación. Si en cambio tu elección ha sido la de no vacunare por ser una persona joven y sana y, con las estadísticas en mano, no estás en riesgo por el virus, tampoco precisas saber el estado de inmunidad de los demás, no necesitas ver sus pasaportes de vacunación. Por tanto, ni los vacunados ni los no vacunados se benefician en absoluto de un pasaporte pero, ¿quién se beneficia entonces?

Los únicos beneficiarios serían aquellos que quieren implementarlos, los gobiernos, que si consiguen imponerlos y que sean adoptados, serán las primeras identificaciones digitales con un formato en común en el mundo, para todo habitante del planeta, con al menos un ítem modificable relacionado a tu salud, si tu pasaporte es válido o no. Lo escalofriante del asunto está en quien sea que controle esa base de datos podrá programar el algoritmo para permitir que alguien que tenga un pasaporte de vacunación válido pueda cruzar un límite, como es una frontera internacional o entrar en un establecimiento, y prohibir a aquellas personas que no lo tengan hacer las mismas cosas. Los únicos que se beneficiarían serían los controladores totalitarios que tienen esa base de datos, algo que históricamente no se había dado nunca a nivel mundial. Una vez que estamos dentro del sistema y que toda nuestra vida requiere permisos basados en nuestro status dentro del sistema, ¿la vacuna es válida o no? Podríamos ser obligados a hacer cualquier cosa. 

Yeadon pone un ejemplo de lo que supondría la imposición del pasaporte imaginando la situación en seis meses, donde podríamos llegar a recibir un mensaje al teléfono diciendo: “Es hora de que venga a recibir su vacuna de refuerzo y por favor trae a tu nieto de 10 años, pues hemos visto que no ha sido vacunado. Si no cumples con estos dos requerimientos dentro de tres semanas tu pasaporte de vacunación no será válido”, y así seríamos por tanto excluidos de todos los aspectos de nuestras vidas. Seremos de alguna manera coaccionados para que hagamos lo que nos piden, sin escapatoria, tendremos que obedecer.

Además, Yeadon afirma que es imposible que las variantes del SARS-CoV-2 escapen a la inmunidad, por lo que las vacunas complementarias o de refuerzo que compañías farmacéuticas están desarrollando contra las variantes del virus son innecesarias. Asegura que la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) han anunciado que no son obligatorios los estudios de seguridad clínica para aprobar las vacunas de refuerzo, lo que significaría que el diseño de estas vacunas pasa "de la pantalla de la computadora de una compañía farmacéutica a los brazos de cientos de millones de personas". Yeadon dice que no hay ninguna razón benigna para desarrollar estas vacunas de refuerzo.

Si bien es cierto que han surgido opiniones que lo contradicen y que intentan desarmar su teoría, la opinión de Yeadon nos hace recapacitar sobre el control ante el que nos encontramos sometidos por parte de los gobiernos y al que parece que no tratamos de cuestionar.