Un conservador vive y deja vivir

La libertad y el amor por nuestro entorno son dos de las ideas más poderosas que al ser humano tanto le ha costado descubrir, y no es para poco, ya que sólo tienen unos cuantos cientos de años...

El amor es el contenido fundamental de la libertad, por lo que libertad y amor son inseparables, no son etapas sucesivas de un proceso. Todos sabemos lo que ocurre cuando esas dos ideas se dan la mano; cuando se han juntado en el pasado han dado lugar a los mayores avances en derechos y libertades del ser humano. Dos sentimientos, los únicos que han sido capaces, siempre juntos, de estar a punto de acabar con la pobreza y de devolver a su legítimo dueño, todos nosotros, lo que perdimos en cuanto el ser humano inventó los impuestos, nuestra independencia.

Tenemos en la memoria cercana, la libertad que parte del mundo recuperó con Thatcher o con Reagan, la independencia que los ciudadanos británicos o americanos ganaron frente a sus gobiernos y sus haciendas y, sobre todo, la capacidad que ganaron de poder decidir por ellos mismos.

En España no tuvimos la suerte de contar con políticos de esa talla, defensores acérrimos de la libertad liderando partidos de derecha, pero en nuestro caso y para todos aquellos que, como yo, nacieron en los 80, tuvimos Disney. Disney ha sido la factoría de nuestros sueños, donde hemos visto lo que significa la muerte, pero también donde hemos descubierto lo que significa el amor; amor por la familia, por los amigos, por lo que nos rodea, por nuestro pasado. En películas como el Rey León podemos ver al amor y a la libertad enseñando el camino a Simba para liberar a la sabana.

No me llaméis loco, muchos antes han atacado a Disney por ser un panfleto de la derecha para atacar a la izquierda involucionaría, es solamente de justicia decir lo contrario. 

Todos conocemos a Simba, ese cachorro de león que disfruta de una vida perfecta, una familia que lo quiere y unos amigos que han pasado toda su vida con él. Pero un día, Simba tiene que escapar de su casa, algo terrible ha pasado, han matado a su padre y también lo quieren matar a él, el tirano que controla todo lo fuerza a escaparse y el pobre Simba huye atemorizado escapando de la antilibertad.

Es, en esta huida, cuando Simba descubre la importancia de la Libertad, la necesidad de tomar tus propias decisiones y de equivocarse con ellas. Aprender las consecuencias de sus actos, pero, ante todo, aprender a respetar a los demás: Hakuna matata ¡vive y deja vivir! Imaginaos la felicidad de ser libre, de no rendir cuentas a nadie, de no sentir el peso del tirano en tus hombros, ¿quién renunciaría a eso?  

De repente algo cambia, Simba se encuentra con alguien de su pasado, alguien que le recuerda todo lo que dejó atrás y, especialmente, lo mal que lo están pasando todos aquellos que él amaba bajo el mandato del nuevo tirano. Es en ese momento cuando nuestro joven Simba, toma una de las decisiones más difíciles de su vida, y lo hace por Amor, Amor por alguien, Amor por la familia, Amor por su entorno y por su pasado. Es ese Amor por todos sus recuerdos, la razón por la que Simba decide voluntariamente poner en peligro algo que no tiene precio, su libertad, y lo hace sólo para ayudar a todos aquellos que ama a luchar por su independencia. Simba defiende la libertad y el amor por todo lo que le rodea, lucha contra el tirano por conservar todo aquello que en el pasado les sirvió para avanzar y para garantizar la libertad de todos en la sabana, para poder vivir y dejar vivir. 

Es esa lucha por la libertad de todo y todos, la que convierte a Simba en Reagan o en Thatcher de nuestra infancia, en la figura que es capaz de utilizar lo bueno de nuestra historia para avanzar y crear un futuro mejor. El individuo es el que, con su libertad, decide conservar todo aquello que le ha permitido poder ser libre y luchar para que esa libertad no desaparezca. 

La próxima vez que veas el Rey León piensa en qué ocurre cuando dos grandes ideas van de la mano, el afán por conservar lo bueno y la idea de la libertad como principio básico. Juntas son imparables. Hakuna Matata.