El Eurobarómetro revela qué preocupa a los europeos de mayor y menor renta

El sondeo paneuropeo confirma que las políticas "verdes" de Bruselas no tienen buena acogida entre las rentas bajas, que precisamente son las que peor pueden asumirlas. ...

La última edición especial del Eurobarómetro permite conocer qué opiniones tienen los ciudadanos del Viejo Continente sobre el presupuesto manejado por las instituciones de Bruselas. Ahora que la Unión se prepara para lanzar un multimillonario plan de “rescate”, conocer las opiniones de los ciudadanos comunitarios ante este tipo de cuestiones cobra más relevancia que nunca.

La primera conclusión que se extrae de la encuesta es que no hay consenso social para plantear grandes cambios en el poder económico de la Unión Europea, puesto que un 48% opina que Bruselas debería incrementar sus medios financieros pero otro 44% entiende que los recursos existentes hoy son suficientes.

Por países, un 69% de los ciudadanos lusos se muestra a favor de ampliar el presupuesto europeo. Este porcentaje es también superior al 50% en España, donde alcanza el 56%, Italia, donde se registra un 52%, o Francia, donde llega al 51%. Grecia se queda a las puertas de dicho umbral, pero su 49% supera el promedio comunitario por apenas un punto. En cambio, la predisposición a aumentar los recursos que maneja Bruselas es más baja en Alemania (45%), Suecia (29%), Países Bajos (27%) o Dinamarca (16%).

En segundo lugar, llama la atención que parte importante de los ciudadanos cree que los presupuestos europeos se dedican principalmente a asuntos económicos, costes administrativos o medidas de defensa y seguridad. Sería interesante saber cómo valorarían los encuestados el hecho de que, en realidad, parte importante del presupuesto se vuelca hacia otros programas.

Al hilo de esta cuestión, resulta llamativo saber que los ciudadanos creen que el presupuesto europeo debería volcarse en tres áreas: “empleo”, “medio ambiente” y “educación”. Hay, eso sí, ciertas diferencias dignas de mención. Por ejemplo, entre las rentas más bajas la prioridad es el empleo (60%), mientras que las rentas altas le asignan a esta cuestión una relevancia mucho menor (41%). De igual manera, cuando se pregunta por el cambio climático, solo el 36% de las personas de renta baja lo ven como un asunto prioritario, muy por debajo del 58% que se alcanza entre quienes tienen ingresos altos.

Diferencias por nivel de renta

Las discrepancias observadas según el nivel de ingresos de los trabajadores nos recuerdan la importancia de que las políticas económicas tengan en cuenta todo tipo de sensibilidades. Pensemos, por ejemplo, en las medidas de política medioambiental que se favorecen en muchos países europeos. Cada vez que se cierra el centro de una ciudad a la circulación en automóvil, se expulsa de un polo de desarrollo social, cultural y económico a quienes perciben ingresos más bajos y, en consecuencia, viven alejados de dicho núcleo urbano. Y cada vez que se ofrece un tratamiento ventajoso a quienes compran coches eléctricos se discrimina a aquellas personas de menor renta que no se pueden permitir este tipo de vehículos por una mera cuestión de precio.

Obviamente, la preocupación por el medio ambiente es compartida a ambos lados del espectro político, pero eso no significa que todas las personas puedan permitirse los costes asociados con las políticas medioambientales que se aprueban para lograr tales objetivos.

Así las cosas, el Eurobarómetro pone el dedo en la llaga y nos recuerda que las medidas “verdes” que está empujando Bruselas tienen buena acogida entre aquellas personas que manejan más recursos, pero imponen costes excesivos al grueso de la población y, especialmente, a las rentas más bajas, que sufrieron la crisis de 2008-2012 con mayor intensidad y también han lidiado con peores indicadores de renta y empleo durante la pandemia del covid-19.