Email Facebook Twitter LinkedIn
×ECR Party
The Conservative
ECR Party
TheConservative.onlineTwitterFacebookInstagramYouTubeEmailECR Party’s multilingual hub for Centre-Right ideas and commentary
SpanishSpanishEnglishBulgarianCroatianCzechItalianMacedonianPolishRomanianSwedish
The Conservative
Noticias y Comentarios   |    TV   |    Print   |    Columnistas

Los datos son claros

De Florida a Madrid: la adaptación funciona, el confinamiento no

Es Madrid

Sus economías funcionan con muchas menos restricciones y su situación sanitaria es mejor que la del resto de regiones de EEUU y España. ...

Tras el estallido de la pandemia del covid-19, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo aprobó durísimas restricciones de la actividad social y económica, al calor de un confinamiento generalizado de la población. Los medios de comunicación no tardaron en aplaudir su apuesta.

Sin embargo, como destaca en un editorial el Wall Street Journal, su apuesta ha revelado ser ineficaz y, además, tremendamente costosa. En cambio, la estrategia de adaptación del Estado de Florida, impulsada por el gobernador Ron De Santis y consistente en diseñar las restricciones de forma más ajustada para evitar un parón generalizado, ha arrojado resultados mucho más favorables en el frente sanitario y en el plano económico.

El Washington Post escribió en marzo de 2020 que “las ruedas de prensa matutinas del gobernador de Nueva York se han convertido en parte del nuevo ritmo diario del país. Cuomo es un hombre fuerte pero sabe reconocer sus errores. Habla con fluidez sobre los hechos. Se preocupa por su madre y, por extensión, también por la tuya ". En cambio, la prensa fue mucho más dura con De Santis. En el New Republic se podía leer que estaba “llevando a Florida a la morgue” con tal de realizar “la distopía plutocrática del Partido Republicano”.

Un año después, y siguiendo las advertencias de los epidemiólogos suecos que apostaron por una estrategia de adaptación, cada vez resulta más evidente que la pandemia no debe enfocarse como un sprint, sino como una maratón. De igual modo, también resulta cada vez más evidente que no existe una tensión entre salvar vidas y salvar la economía, puesto que es posible tener éxito en ambos frentes a la vez.  

“Florida parece haber resistido la pandemia mejor que otros como Nueva York y California, que permanecieron bloqueados más y más tiempo. Los datos de mortalidad corroboran esta conclusión. El riesgo de muerte por covid-19 aumenta enormemente con cada década de edad. Casi el 90% de las muertes por Covid-19 observadas en Estados Unidos se han producido entre personas mayores de 65 años, un segmento de población que tiene mucho más peso en Florida que en cualquier otro territorio. Sin embargo, la tasa de mortalidad de Florida figura en mitad de la tabla y, de hecho, la letalidad de la enfermedad entre los mayores de 65 años es un 20% menor que en California y un 50% más baja que en Nueva York, de acuerdo con los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades”, explica el WSJ.

En Nueva York, los datos no son buenos – pero serán aún peores cuando tengamos disponibles los datos de exceso de mortalidad. Como bien ha demostrado la fiscal general, Letitia James, las estadísticas oficiales siguen ocultando miles de muertes. Solo en las residencias de ancianos, los fallecimientos habrían sido un 50% más altos de lo que recogen las cifras comunicadas por Andrew Cuomo. Esta ocultación es deliberada: según ha trascendido recientemente, el gobierno estatal ha redactado y editado informes de los técnicos de salud para omitir el número de ancianos fallecidos en residencias durante la primera ola.

En Florida, “DeSantis adoptó un enfoque más inteligente. Su administración detuvo las visitas en las residencias de ancianos y reforzó la protección de tales espacios. Además, creó 23 nuevos centros de atención médica para pacientes de mayor edad afectados por covid-19, tratándoles de forma más ajustada y personalizada. Florida también levantó hospitales de campaña para evitar un colapso de su capacidad sanitaria, aunque lo cierto es que los modelos exageraron tal posibilidad, que nunca llegó a materializarse”.

“Los modelos de los supuestos expertos nos hablaban de que veríamos un escenario de colapso en los hospitales. En realidad, tales proyecciones ni siquiera estuvieron cerca de confirmarse”, explica De Santis en las páginas del diario estadounidense. “Muchos gobernadores han tomado decisiones basándose solamente en esos modelos, que han hecho mucho daño”, explica.

De Santis aprobó algunas restricciones al comienzo de la pandemia: “pedimos a las empresas que cerrasen en la segunda quincena de marzo y mantuvimos el cierre de otros negocios durante un mes más, pero pronto fuimos reabriendo toda la actividad, incluyendo las guarderías y los colegios, el sector de la construcción, el comercio al por menor, la hostelería y la restauración, los playas…”. Como explica el WSJ, Florida inició su reapertura gradual a principios de mayo, permitiendo primero una reanudación de los negocios con ciertas limitaciones y culminando en verano con la normalización de numerosas actividades.

Ante esta apuesta, las tasas de infección se mantuvieron en niveles similares a los de California, a pesar de que el Estado de la Costa Oeste apostó por el cierre generalizado de la población. De hecho, la comparativa con Nueva York resultó cada vez más favorable para Florida. El tiempo puso de manifiesto que la adaptación, y no el confinamiento, es la mejor receta en clave sanitaria y económica.

Cuando los casos se dispararon por todo el país y la “segunda ola” generó una nueva psicosis colectiva, la presión política sobre De Santis siguió acrecentándose – pero el gobernador de Florida se negó. “No, no vamos a cerrar. El confinamiento solo no funciona, sino que agrava los problemas”, declaró. “El virus no se irá simplemente porque cerremos una empresa hasta arruinar a su dueño o impidamos que la gente pueda ir a trabajar hasta que se queden sin empleo”, se defendió.

¿Quién asesoró a De Santis? Podría decirse que su estrategia sanitaria y económica bebe de la Declaración de Great Barrington, impulsada por epidemiólogos como Jay Bhattacharya, de la Universidad de Stanford, Martin Kulldorff, de la Universidad de Harvard, o la dupla conformada por Carl Heneghan y Sunetra Gupta, de la Universidad de Oxford. Tales expertos recomendaron una enfoque basado en proteger a los grupos de riesgo, reforzar la capacidad sanitaria y permitir que el resto de la población haga vida con normalidad.  

En septiembre, De Santis anuló por completo las medidas restrictivas aplicadas en bares o restaurantes. De hecho, combatió con éxito a los alcaldes que intentaron mantener en pie tales restricciones. “Dijimos alto y claro que toda empresa tiene derecho a operar, que todo el mundo tiene derecho a trabajar, que tenemos que dejar que la gente se gane la vida y salga adelante. Algunos sindicatos de profesores nos denunciaron, porque no querían que se reabriesen las escuelas, pero ganamos en los juzgados y ahora se puede elegir si enviar a los niños al colegio o seguir la educación a través de internet”, explica De Santis al WSJ. La tasa de infecciones observada entre los estudiantes de Florida es similar a la de California, de modo que, una vez más, no hay correlación entre un confinamiento generalizado y un mejor resultado en clave sanitaria.

Cuando los casos comenzaron a aumentar nuevamente en el otoño, volvieron las dudas. Sin embargo, entre noviembre y febrero se infectó el 5,8% de los neoyorquinos y el 6,5% de los californianos, mientras que el porcentaje para Florida fue del 5% a pesar de que no se introdujeron nuevas restricciones. ¿Qué hay de la economía? El empleo disminuyó un 4,6% durante el año 2020, en comparación con el 8% de caída que acumuló California y el descenso del 10,4% que sufrió Nueva York. En el ocio y la hostelería, la corrección fue del 15% en Florida, frente al 30% de California y el 39% de Nueva York.

“La libertad de Florida ha atraído gente y actividad económica al estado. Es el tercer territorio que más población ha captado durante el año 2020. Se trata también del principal destino aéreo por el que están apostando compañías como Southwest, Spirit y United. En lo que va de año, hemos captado 35 grandes empresas que han dejado otros Estados y han apostado por Florida. Creamos el doble de nuevas empresas que California y un 75% más que Nueva York. En el turismo hay datos más que favorables y en el sector inmobiliario no hay caída y el número de transacciones sube un 20%. Los salarios del sector de la construcción reflejan la divergencia: suben un 3,2% en Florida, mientras caen un 4,8% en California y un 9,3% en Nueva York”, explica de Santis.

Madrid, el espejo europeo de Florida

En Europa, la única región comparable a Florida es Madrid. Su gobierno regional exige el uso de mascarilla, limita la movilidad después de las 23:00 horas de la noche y mantiene límites en el aforo de ciertos negocios, pero el resto de medidas de control observadas en el Viejo Continente brillan por su ausencia en la comunidad de la capital de España.

Los resultados son muy favorables. En clave económica, el último trimestre del año estuvo marcado por un crecimiento del 4,4% que multiplica por diez el avance observado en el conjunto del país. De hecho, si no fuese por Madrid, el PIB de todo el país estaría en “números rojos”. El diferencial también fue muy positivo en el tercer trimestre: Madrid creció un 25,5%, frente al avance del 16,4% que experimentó el resto de España.

Pero, ¿qué hay de la situación sanitaria? Como explica Libre Mercado, “si tomamos como referencia los informes del gobierno de España y medimos la evolución entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2020, vemos que el acumulado de casos de covid-19 se multiplicó por 7,7 a nivel nacional. En cambio, en Madrid se multiplicó por 5,5, el segundo nivel más bajo de España. En cuanto a las hospitalizaciones acumuladas, su crecimiento en toda España durante la segunda mitad del año llegó al 68%, mientras que Madrid registró un repunte del 28%, el registro más bajo de todas las regiones. Por último, si nos fijamos en la mortalidad asociada a casos confirmados de covid-19, el saldo comparado entre el 1 de julio y el 31 de diciembre arroja un aumento del 40% en Madrid, la mitad que el aumento del 80% registrado en toda España”.