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La UE, a paso de tortuga

Campaña de vacunación: Israel deja en evidencia la inoperancia europea

Gobierno de Israel

Cuanto más se retrasa la inmunización, más larga y dolorosa es la crisis sanitaria y económica. ...

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha puesto como meta de Año Nuevo conseguir la inmunización rápida y masiva de la población ante el covid-19. El objetivo del gobierno es vacunar a más de 150.000 personas al día, hasta llegar al 25% de la población en enero. De esta forma, el primer cuatrimestre del año podría saldarse con una cobertura cercana al 100%.

Cabe recordar que la vacuna contra el coronavirus requiere también de una segunda dosis que se aplica aproximadamente un mes después de la primera. Por este motivo, la inmunización total se alcanzaría a lo largo del mes de abril, siempre y cuando se cumplan los objetivos fijados por el Ejecutivo.

Ajustando los datos de vacunación al tamaño de la población, vemos que Israel sí parece avanzar en la dirección correcta, puesto que el 2 de enero ya había suministrado la primera dosis al 12,59% de sus ciudadanos. A mucha distancia aparecen Baréin y Reino Unido, con porcentajes del 3,57% y el 1,39%.

El cuarto en discordia sería Estados Unidos, donde se estima que el 1,28% de los ciudadanos ya han recibido la primera dosis de la vacuna. En cambio, es preciso bajar al quinto puesto de la tabla para encontrar al primer país miembro de la Unión Europea. Se trata de Dinamarca, que en cualquier caso solo ha cubierto ya al 0,7% de sus ciudadanos.

Los decepcionantes resultados de la campaña de vacunación quedan de manifiesto si comprobamos los resultados de los demás países que figuran en el ranking. Es el caso de Alemania, que llega al noveno puesto del índice global pero apenas ha suministrado la primera dosis de la vacuna al 0,29% de sus ciudadanos, o de Estonia, Italia y Croacia, que comparten el décimo puesto con un ratio del 0,19%.

Es importante recordar que la naturaleza de la infección por el nuevo coronavirus tiene consecuencias asimétricas entre la población, puesto que más del 95% de los fallecidos son personas de más de 65 años. Así las cosas, la clave no está tanto en inmunizar rápida y masivamente al conjunto de la población, sino en lograr primero una cobertura generalizada entre los grupos más susceptibles de perder la vida por el covid-19.

En este sentido, Reino Unido ha presentado un calendario sensato que debería inspirar al resto de sus antiguos socios europeos. Las islas empezarán por el personal y los inquilinos de las residencias de mayores, para después vacunar a las personas de más de 80 años y a los trabajadores del sector sanitario. La tercera fase abarca a las personas de más de 75 años, mientras que la cuarta fase llega a quienes tienen más de 70 años y a otros grupos de riesgo. En quinto lugar le llega el turno a los mayores de 65 años, seguida de los grupos de riesgo de entre 16 y 64 años. La séptima fase se centra en los mayores de 60, mientras que la octava ataca a quienes tienen más de 55 y la novena gira en torno a la población mayor de 50. En décimo lugar llegaría el turno de la vacunación masiva.

Según explica el New York Times, el sistema sanitario israelí se caracteriza por su naturaleza descentralizada. Hay cuatro grandes modelos de cobertura privada, complementados por ayudas públicas para grupos con menor capacidad económica. La digitalización es otro rasgo clave del modelo de salud israelí, que además se beneficia de la unidad administrativa, al contrario que países como España donde ni siquiera existe un registro nacional referido a la vacunación.

El diario estadounidense recalca que la preparación empezó hace meses, asegurándose un volumen importante de vacunas y agilizando los permisos burocráticos requeridos para su adquisición y despliegue. El gobierno de Netanyahu no dudó en pagar más del coste mínimo, puesto que el Ejecutivo tiene claro que es mucho más importante reabrir al 100% la economía que seguir operando con restricciones sanitarias generalizadas. De hecho, el gabinete ha cerrado contratos muy creativos con Pfizer, Moderna y otras farmacéuticas para adelantarse a los demás países y recibir un volumen muy importante de las primeras vacunas producidas. Por otro lado, una vez llegaron las dosis, Israel ha levantado “hospitales de campaña” donde, además de realizar test masivos, se suministran las vacunas de forma rápida, coordinada, efectiva y segura. Los tiempos de espera son tan rápidos que las vacunas se suministran apenas uno o dos minutos después de la cita concretada.

El liderazgo israelí deja en evidencia la incapacidad operativa demostrada por la UE como ente coordinador, así como por buena parte de los gobiernos del Viejo Continente, que tampoco han demostrado el liderazgo y la innovación necesaria para convertir a Europa en el bloque de referencia a la hora de lanzar una campaña de vacunación rápida y eficaz.