Los impuestos de Madrid y la fiscalidad europea

Madrid tiene impuestos más bajos que el resto de España, pero su modelo tributario es similar al promedio comunitario....

Las elecciones del próximo 4 de mayo van a decidir el futuro de la Comunidad de Madrid. Encima de la mesa, la gobernanza de una región clave para el desarrollo económico de España y Europa. Las encuestas apuntan a una mayoría liberal, conservadora y reformista, articulada a través de un pacto entre PP y Vox.

Cs, la formación centrista que gobernó Madrid de la mano del PP entre 2019 y 2021, propició la celebración de los comicios al maniobrar contra la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Su estrategia contrasta con la de Vox, que no llegó a entrar en el gabinete autonómico pero sí prestó su apoyo parlamentario para impulsar algunas de las principales medidas de la legislatura.

Uno de los temas centrales de la campaña es el modelo tributario madrileño. La izquierda, representada en Madrid por el Partido Socialista (PSOE) y por las agrupaciones comunistas Más Madrid y Podemos, insiste en que el sistema de impuestos bajos implementado por el PP y defendido también por Vox ha convertido a la comunidad autónoma en una suerte de “paraíso fiscal” que ejerce el “dumping” en materia de impuestos y perjudica de tal forma a otros territorios españoles.

Sin embargo, la Constitución Española es clara y, al igual que hace la Ley de Financiación Autonómica, estipula que las comunidades deben operar bajo un esquema de corresponsabilidad fiscal que obliga a gestionar gastos e ingresos, pudiendo así aplicar tributos más o menos altos. Por lo tanto, la acusación de “dumping” no se sostiene. De hecho, lo extraño es que, en un marco de descentralización como el que impera en España, se llegue a cuestionar algo tan básico como es la capacidad de una región para fijar una u otra política en el marco de sus competencias.

En Madrid, al contrario que en el resto de España, no se paga Impuesto sobre el Patrimonio. Además, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones está bonificado al 99%, de modo que se trata de un gravamen casi simbólico, mientras que en otras regiones llega a suponer hasta un tercio de las herencias y transmisiones recibidas. El sistema tributario madrileño también aplica los tipos más bajos de toda España en los impuestos que afectan a la compra de vivienda (Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales) y es la comunidad con menos impuestos propios de todo el mapa autonómico. En el IRPF, el tramo autonómico abonado por las rentas bajas es el más reducido de todo el país (9%), mientras que el superior también es el más bajo (43%).

Pero quizá lo más interesante a la hora de estudiar el modelo fiscal de Madrid es la comparativa con el resto de Europa. ¿Acaso el mix de tributos defendido por PP y  Vox es una anomalía en clave comunitaria? Veamos lo que dicen los datos:

• En el IRPF, el tramo superior asciende al 43%. Dicho porcentaje es idéntico al promedio europeo, de modo que las rentas altas enfrentan un tratamiento homologable al de cualquier otro país europeo. En Londres, esta tasa es del 40%, en Berlín llega al 42%, en París al 41%... De modo que apenas hay diferencias. El tipo marginal sí es más alto en Holanda, puesto que un contribuyente de ingresos altos residente en Ámsterdam abonaría un 49%, aunque es importante aclarar que el umbral a partir del cual se aplica dicho tramo es más estricto que el madrileño. Por otro lado, si comparamos esta situación con la de otras regiones, podemos apreciar grandes diferencias que sí apuntan a una  desventaja comparativa respecto al resto de Europa. Por ejemplo, en el caso de la Comunidad Valenciana se cobra un impuesto del 54% a quienes más ganan, once puntos por encima de Madrid… y de la media europea.
• El Impuesto sobre el Patrimonio, que en Madrid está eliminado pero sigue en vigor en todas las demás regiones españolas, ha sido abolido por todos nuestros socios europeos. La situación madrileña, por tanto, es la más coherente con el modelo fiscal de los países del Viejo Continente, siendo la supervivencia de Patrimonio en otras comunidades autónomas una auténtica anomalía y aberración fiscal.
• El Impuesto de Sucesiones y Donaciones ha desaparecido en quince países comunitarios y el tipo medio aplicado por aquellos que lo siguen manteniendo en vigor es del 15%, es decir, un 50% por debajo de los niveles que se dan en buena parte de España. Ninguno de nuestros socios aplica, además, un Impuesto sobre el Patrimonio, de modo que se evita la “muerte cruzada” que sí sufren los españoles, debido a la convivencia de ambos tributos. En este sentido, Madrid es la única comunidad con una fiscalidad homologable a la europea en materia de sucesiones o donaciones.

Por lo tanto, es evidente que el sistema defendido por PP y Vox no se aleja de la realidad fiscal europea y, de hecho, lo que llama la atención es que se pueda cuestionar dicho modelo como ejemplo de "paraíso fiscal" o de "dumping" en materia tributaria, ya que no solo hablamos de un esquema contemplado por la Constitución y la Ley de Financiación Autonómica, sino que las normas aplicadas de forma efectiva en Madrid son similares al promedio comunitario.